Por Miguel Guaglianone
Una visión desde Uruguay
Quienes intentamos todavía “enderezar entuertos” estamos empeñados a fondo en el combate a la tiranía del sistema mundial de “información y formación” manejado por las siete grandes cadenas que controlan la mayor parte de los medios masivos en todo el planeta. Desentrañar los modos y maneras, las formas y características del cómo se manipula lo transmitido hasta formar una realidad “virtual” adecuada a los intereses de los poderes ocultos detrás de la máscara visible de los medios, es una parte de la ardua pelea contra los Goliat que manejan el sistema globalizado de dominación sutil.
Por eso, cuando los productos del análisis y el desarrollo conceptual generados en este proceso se nos hacen presentes en realidades concretas que se integran perfectamente a las “teorizaciones”, sentimos no sólo la satisfacción de habernos acercado a la realidad, sino también un cierto estremecimiento producido por la percepción a nivel de las vísceras de la magnitud del control ejercido por los medios sobre la sociedad contemporánea.
Salir de la dinámica realidad venezolana y pasar un corto tiempo en la mucho más calma sociedad uruguaya nos ha permitido percibir y vivir, al desnudo y de primera mano (del otro lado del medio, si se quiere), el modo concreto en que se omiten y deforman los sucesos para elaborar una realidad diferente.
La sociedad uruguaya es desde siempre una sociedad muy informada. Se leen con atención e interés diarios y periódicos, se ven cotidianamente los noticieros de TV y radio, se acude al Internet a efectos de estar al día a nivel de información. Las conversaciones cotidianas (incluyendo aquellas con el taxista, con los mesoneros, con el personal de atención al público) están siempre condimentadas por comentarios sobre los sucesos de orden local e internacional. Tanto así que una de mis hermanas, ejecutiva en el mercado inmobiliario, explicaba como necesita estar al día en todas estas informaciones, porque parte de su trabajo de negociación implica la comunicación con el cliente en ese nivel.
Siendo así, resulta sorprendente descubrir cuan limitada y deformada es la imagen que el uruguayo tiene del proceso social y las realidades vigentes en Venezuela. Y no por su poca mención, ya que tanto la imagen del presidente Chávez como los sucesos en Venezuela constituyen un material de “news” que los medios no desperdician.
El quid de la manipulación y desinformación reside en el modo en que la imagen de Venezuela se presenta, no sólo a través de
Así, no sólo existe en la sociedad uruguaya un desconocimiento total de realidades cotidianas en
Cuando los uruguayos preguntan con curiosidad sobre Venezuela y uno describe cosas tan simples como la campaña de alfabetización, la misión Barrio Adentro, el modo como la misión Identidad resolvió el sistema de cedulación o la forma como está funcionando la recaudación impositiva (los impuestos son un tema recurrente en un Uruguay muy conmocionado por la última reforma tributaria), se sienten absolutamente sorprendidos al encontrarse con hechos de los cuales no tienen ningún referente. Los medios han ocultado sistemáticamente todo aquello de Venezuela que no responda a la matriz de opinión internacional de “estado forajido” que han intentado imponer
Igualmente, tanto la imagen del presidente, como la de instituciones del Estado venezolano, son tratadas en la “información” con un modo de descalificación y juicio previo que altera totalmente su realidad.
Claro que no todo es tan fácil para el sistema. Varias personas me han preguntado con suspicacia, cuál era la realidad de lo sucedido entre la diputada Iris Varela y un “periodista”, ya que lo que no lograban comprender era porque se habían transmitido en todos los casos (tanto en
Bastó entonces con aclarar algo de lo sucedido, dar antecedentes del “periodista” y su panfleto, para que quienes interrogaban entendieran enseguida porque esa información se reprodujo “sin sonido propio” a pesar de haber sido generada en el interior de un estudio de TV.
Igualmente los uruguayos han sido impactados con los resultados del referéndum, la posición del CNE (Consejo Nacional Electoral) y el discurso del presidente Chávez inmediatamente después de haber sido hecho público el primer boletín del poder electoral.
Estos tres hechos han derrumbado de un solo golpe:
1) La matriz de que todos los poderes del estado son controlados por el presidente. (el CNE avala un resultado contrario a la propuesta presidencial)
2) la matriz del fraude electoral (qué mejor oportunidad de un fraude que en un proceso de resultados tan ajustados)
3) La matriz de que el presidente de Venezuela es autoritario y no democrático (el inmediato reconocimiento de la derrota de su propuesta y el tono calmado de un discurso en el que felicitó a quienes lo derrotaran)
Los uruguayos perciben entonces como se les ha estado engañando con lo suministrado por los medios con respecto a Venezuela.
Y nosotros podemos ejemplificar en concreto el tema de la creación de la realidad virtual.
E-mail: miguelguaglianone@yahoo.com.ar
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